Ya era hora
- Catherine Torres
- 24 may 2017
- 1 Min. de lectura

El silencio se ha apoderado de mi voz.
El ocio me ha quitado las ganas.
Y el mañana se llevó mi convicción.
Tal vez no hay culpables, tal vez fui yo; me dormí. Ciegamente me dejé caer en manos ajenas; y, lastimosamente, esas manos ajenas son mías.
Tanto tiempo se ha ido de mis manos, el tiempo me ha controlado a mi y yo no a el.
¿En qué momento me dormí? ¿A dónde me fui?
Hoy estoy aquí. Hoy sigo aquí. Y, mientras tengamos hoy… ¡Ay mamá!
Comments