Texto del diario que debería tener

El otro día un profesor preguntó en clase qué queríamos ser después de graduarnos.

Mi respuesta fue ser feliz, libre y viva.

Y esa respuesta, me llevó a pensar en por qué anhelo la felicidad y la libertad tanto para un futuro si es que hoy estoy viva.

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Hoy me encuentro libre.

Después de mucho tiempo de sentirme censurada, atacada, admirada a medias y con condiciones; hoy soy libre.

Tenía rato siendo oprimida.

Me metí en un pozo disfrazado de amor.

Me cegué creyendo que la felicidad estaba en la compañia y validación de alguien más.

Quién diría que mi recaída me estaba tratando de decir que yo no era ni soy el problema, que corra hacia donde soy libre, donde no tenga que acoplarme ni moldearme para que me quieran (de vuelta).

El problema es quienes no aman lo suficiente o aman con condición.

Y eso, no es amor.

Hoy de nuevo me encuentro, me abrazo, y bailo.

Bailo más que nunca,

bailo lo que no bailé,

interactúo sin miedo y sin opresión.

Hoy soy joven.

Estoy viva.

Y soy amada.

Agradezco lo que he vivido.

Hoy sé lo que no quiero y sobretodo lo que en realidad quiero y necesito.

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Con esto acepto, perdono, agradezco y amo.

No sé aún si no guardar rencor sea una de mis mejores virtudes o mayores debilidades pero me hace libre.

El dolor se irá a lo largo del proceso, el amor continuará.

Soy libre. Estoy viva. Soy vida.