"¿Para qué me llamas en las madrugadas?"

Te extraño.

Todos los días y todo el tiempo.

Aunque no se note, cada mañana es más dificil levantarse y aún no entiendo porque ahora despierto con más alergia.

Todo me hace acuerdo a ti; mis canciones favoritas, las que no me gustan y hasta cantar.

Te extraño.

No sé si algún día deje de extrañarte ni mucho menos de amarte.

Creo que nunca me he sentido tan débil.

Extraño tus miradas, los inside jokes, los abrazos, las sonrisas, las risas, el baile y el cariño.

Extraño descansar contigo y lo fácil que te quedas dormido cuando estás cansado, más aún, extraño escucharte hablar dormido.

Extraño verte hablar de lo que te gustta, tus constantes clase improvisadas de química, cambio climático, la teoría de Darwin y sus pájaros.

Extraño que te rías de mí y me enseñes a reírme de mi.

Extraño mil cosas más que las dejaré en mi memoria.

Qué difícil es decir adiós y saber que es para siempre.

Qué bueno que nuestra última despedida no se siento como una.

Nos convertimos en opuestos.

Nos alejamos y soltamos.

No nos olvides.