No más.

Hoy, en Guayaquil, protesté ante la violencia de género, estatal y simbólica.

En contra del silencio, negligencia e impunidad a los casos de violencia y los femicidios durante la cuarentena.

El fin de semana nos quitaron a Yuri, una niña de 10 años a quien encontraron envuelta en un saco.

Hoy, amanecimos sin Andrea y sin Paula. Y así, un total de 25 mujeres y niñas asesinadas desde que empezó la cuarentena, 48 desde que empezó el año.

Estamos hartas.

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Cuadras más adelante, un movimiento social estaba gritando afuera del Palacio de la Gobernación, hartxs de la corrupción. Sin embargo, en las instalaciones del mismo, tenían carteles declarando que trabajan desde el amor.

No.

Que nos sigan matando y viendo la cara de cojudes, llevándose la plata por otro lado y recortando el presupuesto para la Violencia de Género NO ES TRABAJAR CON AMOR, no es servir a tu patria, no es ni si quiera amarla.

Me indigna la cantidad de personas que vi en las calles pidiendo comida, carteles pegados de mujeres desaparecidas pero el civil promedio en el centro de la ciudad llevaba su copia del Extra, con la portada de una mujer semidesnuda, en la mano.

La violencia está en todos los rincones, dejen de virar la cara, de cerrar los ojos, de pasar de largo.

Cada acción importa.