Ya ándate
- Catherine Torres
- 3 sept 2020
- 1 Min. de lectura
Estoy ardida, la furia me consume, la ira me envuelve.
Me cansa que me sigas afectando; me frustra seguir escribiendo sobre ti.
Escribiendo cartas que nunca te voy a enviar y mensajes a medias que decido borrar.
No mereces estar en mi cabeza, no merezco seguir en trauma.
Y sí, trauma; porque salir de una relación psicológicamente abusiva lo es.
Y la ira que corre por mis venas no es contigo, es conmigo por no haber escuchado las sirenas. Me cuesta dejarme querer, me cuesta querer sin que empieces a caminar por mi cabeza.
Me da risa (pero me altera) que sé qué significa cada uno de tus likes, de tus posts, de tus tuits, me emputa conocerte tanto y me emputa más haberte aceptado.
Siempre decía que me había vuelto mala, menos empática estando contigo pero mi yo enamorada no lo quería aceptar. Ahora que estoy sin ti y he vuelto a abrazarme, se siente como si no me había visto en años.
Estoy libre, soy libre y siempre he sido libre.
Cojuda yo que dejé de ser estando contigo, dejé de ir a conciertos, dejé de salir con mis amigas, dejé de bailar sola en fiestas, dejé de socializar y todo por agradarte. Antes que chilles, no te estoy culpando por todo esto; me estoy culpando a mi por dejarme censurar.
No me acordaba de lo que era estar feliz, de lo que era que te traten bien y que luchen por ti.
Hoy mis amigas al fin te cancelaron y no me puedo sentir más en paz.
Comments