27 ????!"

Hoy en las cosas de las que quiero hablar:

me parece muy loco como toda mi vida sentí que tenía que encajar. Como molde de pan en la alacena o una maleta arriba del clóset.

y creo que nunca lo logré

¿encajar? ¿hacerme chiquita o arrodillarme para ser querida?

¡qué absurda esa idea de existena!

Qué cansancio

soy grande, soy bulliciosa, soy música y soy llanto desconsolado, soy risa a carcajadas

ahora en mi primer departamento sola me río como tal vez pueda molestar a mis vecinos con mis ocurrencias de tratar de llegar a una nota a las 3 de la mañana o escuchar Kendrick a todo volumen a las 6am previo ir al gimnasio

por que sé que no es un "tal vez". los molesto .. o les saco una sonrisa.

hoy en mi primer día de 27 -y no Doylet, me rehúso a aceptar que en realidad es mi primer día de 28- me levanté agradecida:

1. que no llamé a mi ex borracha

2. por toda la contingencia que tengo. Mi mamá, mi abuela, mi hermana, mis hermanos, mi papá, mis bebés, mis amigas (las de siempre, las nuevas y las que vienen).

Estoy agradecida con la contingencia que me tengo y me doy. Porque qué difícil ser adulta. sobrellevar día tarde y noche, tomar la decisión de lavar los platos que llevan en el fregadero 4 días, alimentarme, lavar la ropa Y LUEGO DOBLARLA Y GUARDARLA. Es mucho la mera existencia.

Estoy agradecida también con mi patria que me hizo quien soy, porque no es ninguna casualidad que yo haya nacido en la costa Ecuatoriana. Si existe una Diosa, ella sabía que mis venas son de limón y sal y encebollado.

Hoy me río viéndome al espejo mientras lloro de felicidad. Queriendo decirle a la cathy de 16 "amiga, estamos felices" o contarle que la felicidad constante existe. Quiero apachurrar a la cathy de 8 y decirle "petite lo logramos".

Nunca pensé que llegaría tan lejos. Y con lejos no me refiero ni a la distancia lejana en la que estoy de mi tierra ni cualquier logro cotidiano. Me refiero a los 27 años de vida. No pensé que sobreviviría tanto ni que disfrutara tanto vivir. levantarme. salir de mi cama.

Hoy en las cosas que quiero hablar -o escribir- quiero decirme que me adoro, me amo, me abrazo y me admiro. cada lucha superada, cada resistencia, cada vez que amo.

Y sí, la muerte a veces me respira en la nuca, la diferencia es que ahora no la saludo.