A mi jefa

Mamá te amo.

Mamá te admiro.

Mamá te adoro.

Mamá me enseñó fortaleza, determinación y constancia sin darme la clase.

Mamá fue mi puerta al feminismo y es la razón de mi activismo.

Tantos almuerzos, cenas que mamá se perdió para poder pagar la luz; días que no sabíamos qué íbamos a comer o cuánto duraría la comida.

No hay mañana que no amanezca agradecida de la madre que me tocó y el privilegio de seguir teniéndola en el cuarto de al lado.

Tanto me arrepiento de los gritos, de las mentiras y de las veces que le dí la espalda cuando ella estaba pasándola peor que yo. Creo que a veces caemos en olvidarnos que nuestras madres también son personas, también tienen sentimientos, también tienen miedos.

Y aunque hay tanto, TANTO, que no coincida con mamá, siempre estamos de acuerdo que entre las dos lo que más hay es incondicionalidad y amor. Sé que siempre tendré los brazos de mamá hasta cuando ya no los tenga.

Mamá definitivamente es mi debilidad, mi punto de quiebre y al mismo tiempo, mi dirección. Sin mamá no supiera qué es ser.

Mamá es libertad.

Sin dudarlo.

Creo que lo que más me hace ser quien soy es cómo crecí viendo a mamá crecer. Pasé días viendo como poco a poco mamá iba dejándose abrir sus alas, agarrando impulso y volar.

Mamá es complicadamente simple.

A veces me aterra lo mucho que me parezco a ella, a veces lo agradezco.

Supongo que crecimos al mismo tiempo; no tocó de otra.

Mamá;

si me tocara repetir todo lo que vivimos juntas, lo haría sin pensarlo si es que es contigo.

Prometo llevarte de viaje a tus lugares soñados, llenar tu patio con tus plantas y flores favoritas, regresarte al pueblo y al mar, y asegurarme que vuelvas a vivir por pura diversión mas no por necesidad.

Gracias mamá por tu compañía, por tu fuerza y por las peleas que nos hicieron crecer.

Gracias por criarme en un pueblo chico aunque sigo sin saber si fue 100% tu decisión; sin embargo, lo mejor que nos ha pasado a las dos.

Eres fuerte má, más que una milicia entera, más que diez mil atletas juntxs y mucho más que cualquiera. Gracias por permitirme acompañarte en esta vida.

Te amo, má.