domingos en
- Catherine Torres
- 23 mar
- 1 Min. de lectura
hay un lugar en Filipinas que se llama "Corazón", ¿será que ahí está el mío?
¿qué hago con todo el amor que se quedó en mis manos?
¿está en Filipinas?
ahí está el del subte que me lanzó un beso y se despidió de mí como si nos conocieramos de toda la vida
junto al guardia de la inmobiliaria en camino a mi gimnasio
con el del boliche que nos vimos 3 veces más y me dejó plantada
el que tenía novia pero se perdía en la delgada línea entre la amistad y el gusto
y, por su puesto, con el que me fui de viaje una semana sin conocernos tanto
¿será que en Corazón está todo el amor que se quedó a la mitad? ¿el que no concretó? y ¿el que se quedó en el piso en pedazos?
ahí se va el propio de vacaciones
capáz que mis amigas también
pero, esto sí requiere una respuesta: ¿qué hago con todo el amor que se quedó en mis manos?
¿será que todas las versiones de mí que amaron y quisieron tanto a sus parejas se reúnen en Filipinas?
tiene sentido en mi marca personal; el mar, la naturaleza, la tranquilidad
capaz y ahí encuentran el cierre que tanto buscaron.
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