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esto es desde el asco que he guardado

  • Foto del escritor: Catherine Torres
    Catherine Torres
  • 11 jul 2024
  • 2 Min. de lectura

A veces me olvido de abrazarme y consolarme por haber estado tanto tiempo con un adicto al porno, misógino y narcisista. Y como si fuese sorpresa, también es amante a morir de la derecha y su única fuente de información eran los bots de "noticias" en 9gag o los trolls de Twitter.


Ahora cuando me miro al espejo puedo comprender que siempre fui suficiente. Nunca tuve que ser más puta y menos bulliciosa para ser querida y aceptada por quien se niega así mismo y no tiene una pizca de conocimiento sobre el querer.


He intentado escribir esto desde la primera vez que me quise ir. Las palabras -o la culpa- no se aflojaban de mis dedos. ¿Culpa de qué? Tantas veces me dijo que yo me puse en esta posición que me la creí. Yo hice que me hagan chiquita, yo lo obligué a serme infiel, yo quería que me descuide. ... Y puede ser... yo me permití permanecer ahí.


Recuerdo el no recibir un cumplido por quien dice amarme pero se la pasa en su celular dejándoselos a otras en redes, guardando sus fotos en su carpeta escondida y borrando las mías. Era una locura estar consciente de que eso no era amor pero de alguna forma seguir ahí(?). Veo para atrás y me quiero sostener. Quiero llamar a mi mamá y contarle sobre la tremenda basura con la que vivía. -Literalmente basura porque el tipo puede vivir con tres bolsas de basura en la sala antes de bajarla-.


Más importante eran los videojuegos, las llamadas con amigos, los streams de mujeres desnudas, seguir el siguiente paso del siguiente político de derecha en x país, hablar desde el privilegio y desde la ignorancia sobre temas sociopolíticos porque "el pobre es pobre porque quiere" o "no entiendo por qué hacen Paro Nacional si deberían ir a trabajar" o mi favorito "a los hombres también nos matan".


No sé qué tipo de relación esperaba tener con alguien que me juraba cojuda y se llevaba mi dinero a escondidas o llamaba a su mamá a inventarse otra mentira para pedirle cientos de dólares para comprar su droga... porque trabajar nunca fue una opción.


Sí, estuve con un niño de casi 30 años que no se sabía limpiar el culo y aún así venía a mi a hablarme de superioridad.


Invertí dos años de mi vida creyendo en la palabra de alguien que no sabe escribir.






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© 2024 by Catherine Torres. 

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