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haciendo las paces

  • Foto del escritor: Catherine Torres
    Catherine Torres
  • 7 ago 2024
  • 3 Min. de lectura

En este "martes de update" que suelo hacer en Close Friends de Instagram, vengo con varios puntos que me han tocado esta última semana.

como el nombre de esta entrada lo dice, se ha tratado de intentar hacer las paces. -o al menos eso concluí-


Mis 27 me encontraron viviendo la vida que siempre quise vivir: independiente, en Buenos Aires, libre, feliz y sana. Sin embargo, ha pasado una serie de eventos en los que me abrumo y la Cathy de 16-19-22 y 25 quiere salir gritando. Desde que se dañe la cocina y no saber qué hacer, conflictos con mi vecino, la continua mala relación con mi cuerpo hasta la constante duda hacia mi autoestima de "¿soy suficiente?"


No me malinterpreten, sé que puedo con todo. He podido con peores. Pero a veces quiero un ratito, un recreo, una pausa a esta vida de adulta porque honestamente ya no se trata de que si pueda o no; es de que quiero una semana de no querer y no tener que.


Me abruma el tener que lidear con el dueño de la casa en la que vivo cada que hay un problema, tener que bajar la voz y aguantarme las ganas de putear a mi vecino cada que le grita a su esposa, tener que tener paciencia para comprender que mi cuerpo cambia cada segundo del día y entender que no tengo el metabolismo de la Cathy de 16. Sobretodo, me fastidia de formas inexplicables tener que recordarme que soy suficiente con cada situación de vínculos sexoafectivos que se portan como personas de 13 años después de cualquier inconveniente que involucre SENTIMIENTOS.


y en esta última me incluyo.


Ayer me vi "He's not that into you" por cuarta vez después de cinco años y wow. Es como cuando ves Girls o Sex and The City o cualquiera de estas series/películas que muestran una realidad más tangible de ser mujer en tus 20s-30s. El "wow" se refiere a: es impresionante lo atemporal que son estas realidades de situaciones de los 90s-00s y como hoy en el 2024 me sigo topando con un pendejo que no sabe diferenciar "cumplir con tu palabra" de "qué somos".


-lo último fue un ejemplo muy específico de algo que me pasó esta semana pero me da mucha pereza explicar-


Esta semana recibí varias señales: 333, 1717, 111, escuché y leí varias veces esto de "hacer las paces". Mi querido Fernando, mi pata laboral, me dijo ayer: "solo un adulto puede ejercer su libertad de forma plena (...) trata de hacer las paces con la adultez". También mi horóscopo, co-star y teledipity me mandaron correos con esta frase o la intención del mensaje. Hoy, en el gimnasio, me dieron ganas de escuchar un podcast POR PRIMERA VEZ mientras hago ejercicio. Puse uno al azar y la última persona que habló en esta conversación dijo "tienes que hacer las paces con tu cuerpo, contigo" y me pareció irónico oír esas palabras mientras estaba haciendo ejercicio.


Llegué a casa y retomé mi escritura del sábado a las 6am donde me quejaba de todos los acontecimientos de la semana. Pensé: ¿qué pasaría si simplemente lo dejo ser?


quienes me conocen saben que nunca he sido -o trato de no ser- una persona que se queja


¿Qué pasaría si el recreo que tanto quiero de la vida adulta me lo doy yo?



Le cuento al dueño de casa lo que pasa, suelto mi proyección con el vecino y su matrimonio (sin dejar de estar alerta), sigo alimentándome bien y cumplo con el gimnasio todas las mañanas y me desapego de la ansiedad del después de una primera cita; hago las paces con las cosas que no puedo controlar y sigo existiendo para vivir y no para sobrevivir.


Hoy, un martes después de que volvió a retumbar el caos de la adultez, decido: EMPEZAR a hacer las paces con mis finanzas, mi cuerpo, mi salud, mi trabajo, mi vivienda, mi vida amorosa no-existente y conmigo. Decido abrazarme un poco más fuerte y tener más responsabilidad afectiva conmigo.


cool moraleja, I guess. lol

besito de martes,


cath.


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